El fundador de Microsoft, Bill Gates, se lanzó a probar un modelo de vehículo autónomo de la compañía británica Wayve por las calles de Londres, que en palabras del multimillonario, es “uno de los entornos de conducción más desafiantes imaginables”. Experiencia que ha recogido tanto en su canal de YouTube como en su blog, GatesNotes, en el que se atreve a vaticinar el futuro del sector.

Gates augura que «hemos hecho un gran progreso en los vehículos autónomos a lo largo de los últimos años y creo que alcanzaremos un punto de inflexión en la próxima década«. Llegados a ese punto, añade que este tipo de tecnología cambiará “el transporte de forma tan drástica como el PC cambió el trabajo de oficina».

Los próximos pasos

Sobre cómo será la transición hacia el futuro del vehículo autónomo, Gates parece tener las cosas claras, “el transporte de larga distancia será probablemente el primer sector, seguido del reparto”, aventura en su blog. En su opinión, los coches de pasajeros serán los últimos vehículos en adoptar esta tecnología.

El magnate argumenta que el motivo no será otro que el de “ajustar costes”, y detalla que las empresas de alquiler de coches “pierden mucho dinero cada año por accidentes causados por los conductores”. Un cambio que ya se ha comenzado a hacer notable en las calles de San Francisco, en Estados Unidos.

Gates apunta al que, en su opinión, es el otro gran desafío de esta tecnología, convencer al público general. “Las ventajas les convencerán”, razona, “los vehículos autónomos acabarán siendo más baratos que los vehículos normales. Y si, como yo, te desplazas en coche, piensa en el tiempo que pierdes conduciendo”. El fundador de Microsoft concluye, “estamos en los primeros días de la era autónoma”.